Los astros se alinearon y los clubes se unieron. Las consecuencias fueron maravillosas.
El apocalíptico 2012 trajo grandes inundaciones y particularmente en el circuito de tierra de Cañuelas ocasionando la suspensión de la 2º edición de la competencia para los Preguerra que el CAC venía organizando.
Las recientes 300 Millas de la Costa que organiza el CAS demostraron que fueron la última evidencia que la categoría Sport Nacional necesitaba para armar su propio espacio independiente. Su parque automotor ya es adulto.
El 19 de agosto nos encontramos con dos exitosos eventos que volvieron a unir a dos clubes consanguíneos en una misma locación. Se dice que todo comenzó así:...
:: Clasificación Sport Nacional
:: Clasificación Desafío Vintage
El Club de Automóviles Clásicos durante muchos años realizó en el circuito de La Ñata, en Tigre, el Desafío Ford-Chevrolet que concentraba todo delincuente que tuviera y usara un auto, de carrera o no, anterior a 1938. Un día el circuito cerró y la carrera murió. Luego renació en 2011 con el nombre de Desafío Vintage. La idea fue volver a establecer el evento en una fecha fija del calendario y realizarlo en un autódromo lo más cerca posible de Buenos Aires ya que la mayoría de los participantes provienen de esa ciudad. Luego de aprender a tener en cuenta las consecuencias del cambio climático, el CAC decidió buscar autódromos asfaltados. Cerca de la capital son pocos y los costos se duplican por el alquiler de uno con estas condiciones pero la decisión era incuestionable y ya estaba tomada. No se puede perder otro año más.
El Club de Automóviles Sport se volvió fecundo y en los últimos años tuvo una gran camada de crías sport, si, de autóctonos autos Sport Nacional. Todo comenzó con un grupo de inadaptados disconformes que muy soberbiamente comenzó a realizar sus propias salidas con este tipo de autos ante la falta de un espacio para ellos en el club y los eventos. Los últimos años de esta categoría había sido exclusiva para velocidad llevando a crear unas maquinas infernales derivadas de algún arsenal fundamentalista haciéndolos inusables fuera de un autódromo. Tal vez esta fue su sentencia. Pero la semillita quedó viva y los nuevos pichones salieron a andar en estos mismos autos pero adaptados a la calle y a la vida civilizada. Nació la categoría y nació el entusiasmo en viejos y nuevos participantes, a tal punto, que cada año se suman nuevas maquinas (a pesar de las trabas que ya todos conocemos) y por ende los cerebros del club se la ingenian para sacar eventos de la galera.
Hace aproximadamente 50.000 años los Neandertales y los Homo Sapiens antiguos se reencontraron luego de cientos de miles de años en una fría Europa. Se dice que de esa unión se engendró una nueva especie de seres humanos. El lunes pasado sucedió lo mismo en Roque Pérez. Nacieron dos eventos exclusivos de dos categorías diferentes pero con un ADN en común. Un club necesitaba un socio para entrar su categoría en el asfalto y el otro club necesitaba lanzar un evento para la categoría. Así se engendraron dos eventos en un mismo día y lugar, el Desafío Vintage del CAC para los Preguerra y el Desafío Sport Nacional del CAS. Ubicación: el autódromo El Orejano de Roque Pérez. Cabe aclarar que la unión fue algo difícil, comparable a la libido de los Pandas, ya que cada club, similar a una pequeña república, tiene su propia idiosincrasia y sus propias costumbres que a primer contacto siempre se chocan. Pero esto mismo hace doblemente valioso el resultado.
Algunos ansiosos precavidos viajaron el domingo por la tarde hacia la localidad de Roque Pérez sobre la ruta nacional 205. Casualmente se encontraron todos en el hotel Grand Mayoral de esa localidad. El encuentro fue celebrado con gran entusiasmo con un banquete criollo que luego se concluyó con una vuelta al perro y/o exhibición de las maquinas sport por la calle principal del pueblo. Algunos fueron a la estación de servicio a dejar preparado su auto para el día siguiente y de esta manera terminó sin inconvenientes la noche.
El lunes feriado amaneció aparentando ser primavera. Sol limpio y una temperatura ideal. Los autos comenzaron a llegar temprano antes de la 10:00 que había sido la hora pactada. Los primeros boxes se súper-poblaron rápidamente de Sport Nacionales y luego fueron cayendo muy de a poco los Vintage, algunos de ellos sobre trailers. Esta última categoría todavía no incorporó la costumbre del uso de trailer. Tal vez por estar acostumbrados a llegar a todos lados andando con sus autos y por eso lo consideren de “poco hombre” subirlo a uno de estos artefactos. Pero la realidad lamentablemente es que cada vez se hace más difícil transitar las ciudades o las rutas con este tipo de autos. Peor aun es la falta de ayuda de algunas autoridades para regularizar las condiciones de registro, patentamiento y legales para adquirir un seguro obligatorio o una VTV en el caso de la provincia que lo requiera. Seguramente esto algún día va a cambiar y podremos hacer las cosas bien como corresponde.
Primero fue el turno del Desafío Sport Nacional y se armaron dos grupos; los “tranquilos” y los “alegres”. En el primero se pudieron ver más que nada el registro completo de Antiques, el Lotus deslizante de Juse Del Castillo, el bonito Porsche 356 de Díaz, el Lotus Eleven exorcizado de Iacona o la Monofango del inquieto Manuelito Eliçabe (que no se sabe que hacía con los tranquilos). En el segundo grupo hubo más variedad; muchos Seven del Club Lotus, cebadísimos como siempre, ASA Monofaros muy prolijas como la ex Michael Dellepiane, hoy de Pedro Falconi, que se destacó lejos de todo el resto sin desmerecer a la recordada guerrera de Luís Dellepiane, el viejo y semi raquítico Eleven de Sánchez Ortega, el demasiado pulcro Porsche 550 de Tasco, la pobre Mara de Alec Daly que pareció que le pegaron un escopetazo y quedo echada y dada vuelta en el medio de la recta, un histórico Rocha Vintage de alto voltaje de Marce Díaz Romero acompañado del ilustre Diego Berasategui y hasta un Andino muy lindo también se le animó.
El sistema de competencia que se aplicó, tanto para una categoría como para la otra, fue el mismo que se vino usando durante el último tiempo; se le otorgaban a los competidores 15 minutos de giros al circuito sin relojes para reconocer el trazado y buscar un ritmo. Luego, tras un banderazo y sin detenerse, se largaba la competencia que duraba 30 minutos (sin relojes). Se hace un promedio de todas las vueltas realizadas y ese será el tiempo al que se deberán aproximar todas las vueltas. Por cada error de tiempo de más o de menos se penalizan con puntos. Gana el que menos puntos logre. Para una mayor seguridad se establecieron velocidades máximas y mínimas pero igualmente esto no evitó que algunos atolondrados no se fueran de pista o se mandaran los infaltables trompitos.
Inmediatamente les llego el turno a los Standard de los Vintage y los Post Vintage. Fueron bastante escasos pero se destacaron en su prolija tranquilidad y en su mayoría por el estado de restauración o conservación de los autos. Se destacaron el Chrysler Roadster 1931 de Pier Marta, el Durant 29 de los Carvota o el Vauxhall de Millé. Luego llegó el gran momento de las Baquets y Sports que en número eran un poco más que los anteriores pero desconcertantemente no fueron la cantidad que se esperaba que asistieran. Hubo grandes faltazos y principalmente de muchos socios del CAC. Pero esto no quitó entusiasmo a los presentes que desarrollaron un espectáculo emocionante. No se vieron los viejos encontronazos de los más audaces, esta vez todos fueron muy prolijos y encontraron sus propios ritmos. Los MG de Echave and friends que siempre supieron ponernos un poco nerviosos pero esta vez decidieron portarse bien. La Bugatti T35 de Sánchez Ortega parecía que hizo su propia carrera ya que nadie le siguió el ritmo excitado. La HDW conducida por el gran Hampton llamó la atención de varios en la tribuna. El BMW 328 de Eliçabe le dio el toque de calidad necesaria a la sucia horda de engendros. Pero la atención del publico estuvo en la reñida carrera personal que se disputó entre la muy simpática e interesante Ford T monoposto de Benavente con la vieja baquet Rugby de Luís Penedo. La trenzada se hacía interesante cuando estiraban los frenajes todo lo que sus frenitos les permitían. Todo esto dentro de una negrísima humareda de rebajes. Aplausos a los dos.
Luego de estas endurances se desarrolló la Habilidad Conductiva dentro del Kartódromo y parte de la recta del circuito. Bien trabado y traicionero, como nos gusta a todos. En esta competencia entraban todos mezclados y hubo varias actuaciones destacables en todas las categorías.
Finalmente fue el turno de las Motos Clásicas que también contaron con muchos ausentes que habían prometido ir. Poco les importó a los presentes y se dieron el gusto de ir a fondo, principalmente las Velocettes de Greene y Dillon junto a la HRD que les dio batalla. El resto no se quedó muy atrás tampoco.
A eso de las tres de la tarde el evento había concluido. No podemos negar que hubo varios errores y desprolijidades de la organización que no se repetirán el año que viene pero el resultado fue excelente y el recuerdo quedará para siempre. Si el año que viene nos dejan lo vamos a repetir y ahí estaremos, no?
Santiago E. Sánchez Ortega
Fotos Miguel Tillous
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